El amor de la Fuente por nosotros es incondicional e inagotable, nunca estamos solos o indefensos. Todos tenemos al menos un ángel guardián (también conocido como ángel personal o mentor espiritual) con nosotros. Es un espíritu que, por amor y afinidad, se ha comprometido a acompañarnos desde el principio hasta el final de nuestra vida. Un espíritu diseñado para protegernos y guiarnos a través de los innumerables desafíos y aprendizajes en el camino. Son, sin lugar a dudas, amigos leales y abnegados.
Los mentores espirituales pueden ser hombres o mujeres. Ellos nos comprenden y nos consuelan en nuestros dolores, sufrimientos y dificultades, no nos juzgan y van más allá, ayudándonos a evolucionar espiritualmente. Nos conocen mejor que nosotros mismos.
La relación con el Ángel de la Guarda se forma incluso antes de que nazcamos, puede ser un espíritu que nos acompaña a través de varias encarnaciones.
Nuestro Ángel personal está a nuestro alrededor, en todas partes, y aunque no todos pueden verlo, podemos sentirlo. Nos envían pautas, mensajes y advertencias a través de los sueños, así como también nos ayudan a recordar nuestra Matriz de Encarnación que fue preparada para la experiencia actual. Incluso fueron ellos quienes nos ayudaron a ensamblar esta matriz, que fue cuidadosamente preparada incluso en el plano espiritual, antes de que reencarnáramos. Este Plan de Vida está diseñado con el objetivo de aprovechar al máximo la oportunidad presente en el planeta, rescatando paulatinamente nuestras deudas kármicas, al mismo tiempo que acumulamos aprendizajes y virtudes en cada ciclo de experiencias.
Nuestros mentores sugieren, inspiran, apoyan, aconsejan y alientan. Nos enseñan a vencer los miedos y las preocupaciones ya tener fe, porque siempre somos atendidos en nuestras necesidades reales. Al igual que nosotros, los mentores están en sus procesos evolutivos y en el nivel espiritual trabajan desplegados, de esta manera van mejorando y, en consecuencia, acercándose cada vez más al Creador.
También hay guías espirituales, que no son necesariamente espíritus/entidades. Los entiendo y los siento como fuerzas que forman parte de mí (partes que aportan nuestra propia sabiduría aprendida y acumulada a lo largo de muchos siglos), nos brindan fuerza y ayuda en nuestro reequilibrio.
A través de mis experiencias, he entendido, hasta este momento, que los mentores se presentan en formas humanas, como hombres o mujeres. Los guías, en cambio, se presentan como pretos y pretos velhas, indios e indias, niños, cablocos y cablocas, exus, gitanos y gitanas, orientales. De la misma forma, los Guías aparecen en forma de tótems animales (Power Animal), hadas, elementales y otros espíritus de la naturaleza. Somos muy queridos y protegidos, siempre.
Dentro de ThetaHealing existe la técnica del Ángel de la Guarda, te permite ponerte en contacto con tu Ángel de la Guarda. Durante la sesión, con su permiso, pido permiso al Creador de Todo Lo Que Es y me pongo en contacto con sus mentores/ángeles. Es una oportunidad de conexión amorosa donde tu Ángel puede enviarte mensajes directamente. De mis experiencias en las sesiones de Ángel Guardián, muchas veces otros seres de luz como Arcángeles, Maestros de la Fraternidad Blanca y Santos se presentan y dan una hermosa guía.
Con amor,
aline keny
“Aunque hablara las lenguas de los hombres y los ángeles, y no tuviera amor, sería como un metal que suena o una campana que retiñe. Y aunque tenga el don de profecía, y sepa todos los misterios y todo el conocimiento, y aunque tenga toda la fe, como para trasladar montañas, y no tenga amor, nada soy.
~ 1 Corintios 13:1,2
ThetaHealing® - Una de las técnicas de sanación energética más poderosas del mundo.
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